viernes, febrero 23, 2007

Concepto 9

CONCEPTO NÚMERO 9.
Finalmente agregar que, para poder implementar o realizar el proceso de cambio o mejora social, es la necesidad de autorrealización, de mejora personal, de niveles mínimos de disciplina y de esfuerzo en el desarrollo de las propias competencias y habilidades. Muchas personas dependientes, consentidas y pasivas interpretan que el desarrollo personal supone “esperar la inspiración”, esperar que ocurra algo, esperar que una experiencia mística les diga automáticamente y sin esfuerzo cual es su destino y qué es lo que deben hacer. Este estado de espera se fortalece con el paradigma que el “proceso vida” está predefinido por la sociedad, lo cual paraliza el desarrollo personal y entrega la responsabilidad de nuestro futuro a “un alguien” a quien culpar en lugar de hacernos cargo responsablemente de nosotros mismos.

Concepto 8

CONCEPTO NÚMERO 8.
Dado lo anterior es necesario que se de una división de los roles, por lo tanto del trabajo, es decir, tienen que haber muchas personas y muchas clases de personas en el plan de mejora social. Esto nos lleva a entender que cada una de estas personas es tan importante y necesaria como cualquier otra. Cada clase de personalidad, de habilidades, de competencias, de talento se debe incorporar y son tan indispensables para el cambio social. Esto es decir que un estudiante deberá respetar al pescador por que uno es tan necesario e importante como el otro. Todas las habilidades serán necesarias, pero pensar esto como el inicio de una revolución social en Quintero sería una utopía, por lo tanto para el comienzo de la toma de acción se precisa contar con la participación de las personas claves para dar inicio al proceso, estas grupo inicial ha de ser el más representativo de los problemas y las soluciones definidas en un primer diagnostico.
De este grupo inicial cada persona ha de elegirse a si misma para su propio trabajo.

Concepto 7

CONCEPTO NÚMERO 7.
Otro de los conceptos es que no hay una sola persona sola que pueda hacerlo todo. Es necesario abandonar para siempre la noción de un dios, de un Mesías o de un gran líder que se encargará de todo y lo hará todo. Nadie sabe lo suficiente ni puede estar en todas partes al mismo tiempo llevando a cabo todas las acciones necesarias para lograr la mejora social, menos aún entendiendo la diversidad de espacios y grupos con diferentes intereses en Quintero. Lo mejor que puede hacer un líder es unir, convocar y coordinar con una buena organización a los diversos especialistas, teóricos, obreros, profesores, dueñas de casa que sean necesarias para cumplir con la misión.

Concepto 6

CONCEPTO NÚMERO 6.
Se supone como necesario contar con el compromiso total y una total dedicación a la realización de tareas concretas, no de unas tareas de proporciones cósmicas y de espíritu místico. Es un motivo de desilusión que una persona sola pueda hacer muy poca cosa ante los grandes problemas del mundo. La tesis de la acción está en hacer aquellas cosas que son totalmente necesarias.
Cada trabajo, sin importar el nivel, es imprescindible para avanzar al nivel superior. Es incuestionable que en las grandes ciudades se realizan acciones en niveles muy superiores, por ejemplo en las Universidades, pero en Quintero hacen falta muchas otras cosas antes de comenzar a pensar en Universidades. Esto sería resultado de garantizar acciones en los niveles inferiores, cosas como construir plataformas de servicios, redes de comunicación, el simple hecho de tener una buena administración pública, etc. Quien quiera generar mejora social, lo mejorará exactamente igual cubriendo un peldaño del nivel más inferior que trabajando en un nivel muy superior y dentro de una sociedad mucho más avanzada. La tentación a desvalorar este tipo de acciones se puede sortear reconociendo los conceptos anteriores, es decir, la absoluta necesidad de una jerarquía de pasos para la mejora social. El sentimiento de respeto a la acción en un nivel inferior, como parte de una sociedad en desarrollo, debiese ser idéntico a la acción de un nivel superior en una sociedad altamente desarrollada. Bajo la premisa que las personas inteligentes y acertadas comprenden que es imposible poder hacer nada en un nivel superior si no está desarrollado el nivel inferior. El objetivo de este concepto es volcar las energías en acciones de cualquier nivel, alto o bajo, del proceso de mejora social.
Esta misma línea se deduce en la gestión de la mejora, harán falta una gran cantidad de pasos pequeños, de reuniones en comisiones y de breves conversaciones para que esta empresa o desafío, construye la transición desde un nivel de motivación por necesidades inferiores (o nivel autoritario) a niveles superiores de necesidades (nivel de gestión ilustrada). El entender que cada uno de estos pasos pequeños es total y absolutamente necesario y todos son sumamente importantes. Es decir cualquier trabajo de gran envergadura, como mejorar la imagen turística de Quintero estará formada por muchísimas pequeñas tareas. Esto es algo que debemos destacar, en especial a los más jóvenes que andan tras la gran causa de la cual ser parte, algo digno y referente de ellos, alguna gran empresa patriótica que les inspire entusiasmo. La educación en estos momentos se convierte en la gran causa para los secundarios ¿cuál sería la gran causa para los jóvenes en Quintero?.
En general los jóvenes ahora están dispuestos a dar la vida por sus ideales y grandes causas, pero no a lavar platos u ordenar la papelería en una oficina. Lo que debemos incorporar es que las grandes palabras, palabras que retumban y suenan majestuosas como democracia, mejora social, desarrollo social, etc. se traducen en las tareas insignificantes de cada día que son las que construirán los medios para concretar un fin. Para ello es necesario ser muy consciente del objetivo o el fin de todo trabajo tras haber comprobado que todas las acciones apuntan en la dirección correcta hacia el objetivo definido. El lograr que todas las personas que participen de esta empresa comprendan que estas pequeñas tareas se suman para formar una gran tarea, es un requisito para el éxito.

Concepto 5

CONCEPTO NUMERO 5
Siempre hay esperanzas que se produzca el cambio. Si aceptamos el carácter necesario de un cambio lento y trabajado, y nos sentimos lo bastante satisfechos con él , no caeremos en la desilusión ni el desaliento, ni perderemos la autoestima, ni nos sentiremos desesperados ni impotentes si comprendemos que cada uno de nosotros, por sí sólo, sólo puede provocar cambios pequeños en la sociedad. Incorporando esta visión de la situación lo suficiente nos podremos sentir orgullosos del cambio que una sola persona puede provocar porque, de ser cierto todo esto, esa persona es la mejor que hay. Es decir, uno no puede hacer más de lo que puede hacer una sola persona. En otras palabras: una sola persona no puede hacer más de lo que una sola persona puede hacer, con esto la persona se puede sentir tan poderosa como es (pero no más) en lugar de sentirse débil e impotente, como un títere, inútil e impotente frente a las fuerzas sociales poderosas y abrumadoras contra las cuales no puede hacer nada.
Este es el verdadero obstáculo, es la gran oportunidad si lo vemos desde el optimismo, la posibilidad de sentirnos impotentes ante las estructuras del Estado, ante las decisiones gubernamentales, incluso de los partidos políticos, que hasta donde entiendo están al servicio de las personas y no de los grupos de poder. Si lo hacemos, si nos sentimos insignificantes frente a estas instituciones tenderemos a encerrarnos en una vida egoísta y privada , con el simple y básico objetivo de aprovechar la vida al máximo en un sentido egoísta, sin pensar demasiado en los demás; convirtiendo las relaciones con los demás de carácter materialista, exprimiendo hasta la última gota de diversión antes de que el mundo muera, antes de que el mundo se acabe. Esto sumado a la cultura de la competencia, donde quien tiene más cosas materiales es más símbolo de éxito, como una manera de medir la felicidad y, miserablemente, es el sentido que se otorga a la vida, acumular riquezas materiales cuando valoricamente estamos en la pobreza absoluta.
Frente a esta realidad se siente desesperación y menosprecio a lo que pueda hacer una sola persona, caemos en una desilusión adolescente porque el mundo no cambia si se promulga una nueva ley, o si las personas tienen dos autos en lugar de uno, o si los sindicatos tienen el poder de organizarse o si los secundarios se revelan contra todo el sistema que trunca sus posibilidades y no los prepara para lo que vendrá tras salir del colegio. Es esta desilusión, el “no estar ni ahí” lo que desanima a quienes desean hacer el bien, a las personas de buena voluntad, que a medida que se hacen mayores o más responsables, caen en el cansancio, la desesperanza y la tristeza, y acaban en el privatismo contra el cual lucharon, en lugar de la mejora social consciente.
En lugar de esto, como Pueblo deberíamos aprender a llenarnos de orgullo, a entusiasmarnos, a fortalecer nuestra sensación de autoestima, a experimentar una fuerte sensación de logro cuando se produzca una pequeña reforma o mejora en la que hayamos participado (es decir, cuando nuestro equipo gana), cuando suceden cosas positivas en Quintero.